Durante el primer semestre de 2025, la Clínica Psiquiátrica Universitaria (CPU) de la 鶹 trabajó en una inédita intervención artística en sus espacios clínicos: en conjunto con usuarios/as de la clínica, estudiantes de tercer año de la carrera de Artes Visuales y como parte de los talleres de terapia ocupacional, se pintaron dos murales en los pabellones de intervención breve, lugares destinados a hospitalizaciones de corta estadía en salud mental. El proyecto integró una iniciativa comunitaria al proceso formativo de los estudiantes, dialogando directamente con necesidades del entorno clínico.
La actividad fue impulsada desde el equipo de terapia ocupacional de la CPU, que identificó en el arte una herramienta para aportar al bienestar de sus usuarios/as mediante la mejoría de los espacios comunes, generando un entorno más acogedor. Con esa idea se generó un vínculo con la Facultad de Artes, logrando el compromiso de los y las estudiantes con la iniciativa desde su planificación hasta su ejecución.
El terapeuta Tomas Butikofer lideró el proyecto, buscando aportar una nueva mirada al proceso de atención en salud mental. “Empecé a leer sobre el marco de trabajo del Ministerio de Salud para dispositivos de corta estadía y ahí se describe que tienen que ser espacios que permitan resignificar positivamente ciertas experiencias vitales, un espacio acogedor”, comenta sobre el origen de la idea.
Agrega que “en un entorno donde los procesos de salud mental pueden ser difíciles, el diseño del espacio físico cumple un rol importante. La estética, los colores y la calidez del entorno influyen directamente en la percepción del cuidado recibido y en el ánimo de quienes transitan por estas vivencias”.
Aunque las hospitalizaciones en estos sectores son de corta duración, la transformación de sus espacios tendrá un impacto sostenido en el tiempo. Son muchas las generaciones de pacientes que se beneficiarán de un entorno más amigable, esperanzador y significativo, que contribuye a resignificar su paso por la clínica y a mirar con otros ojos sus procesos de recuperación.
Tomando todos los resguardos de seguridad correspondientes y con el apoyo de la dirección de la clínica, encabezada por el doctor Pablo Gaspar, se comenzó a proyectar una forma de intervención que permitiera mejorar los espacios compartidos y que pudiera involucrar a actores de la 鶹 universitaria. La recepción de la Facultad de Artes permitió llevar a cabo el proyecto desde el interés por conectar al estudiantado con experiencias fuera del aula como parte de su formación.
"Este proyecto se enmarca dentro de la intención de la dirección por acercar a la carrera de Psicología, de la Facultad de Ciencias Sociales, y a la Facultad de Artes. En ese contexto, se establece una colaboración formal para poder avanzar en instancias que sean beneficiosas tanto para la formación de pregrado como para nuestros/as usuarios/as, estableciendo una relación con el quehacer en salud mental”, comenta el doctor Gaspar. “Pensamos que este tipo de acciones, que suponen un diálogo entre lo comunitario y la academia, van en directo beneficio de nuestros pacientes", añade.
Compromiso estudiantil y motivación desde lo colectivo
Luego de la exposición inicial de la idea, los y las estudiantes se dividieron en equipos para trabajar en distintas propuestas. Mientras se preparaban los muros, el grupo realizó visitas técnicas y reuniones con usuarios/as, para conocer el espacio, identificar temas simbólicos y validar sus propuestas. La naturaleza, en sus múltiples formas, emergió como el eje común: paisajes, flores, hojas, montañas y ríos. Elementos que evocan vida, renovación y conexión, y que dialogan con la experiencia subjetiva de quienes atraviesan procesos terapéuticos intensivos.
“Parte importante de las artes es tener una interdisciplinariedad: arteterapia, arte social, arte en contingencia, distintas cosas. Esta es una gran oportunidad para conocer otros espacios desde la práctica y romper esa barrera de que el arte debe estar en una pared blanca, encerrada en un estudio o galería”, comenta Isidora Gacitúa, estudiante que participó de las jornadas de pintura.
“Ha sido todo un proceso bien interesante, partió con varias clases de deliberación en la cual presentamos nuestras propuestas, vinimos a conocer el espacio y en base a eso construimos algo que se ve más armonioso con el entorno. Fue entretenido ver nuestras propuestas materializarse sobre el muro, conocer a pacientes que salían a interactuar con el muro y con nosotres”, comenta Micelio, otro de los estudiantes que participaron.
La académica de la Facultad de Artes, María de los Ángeles Cornejo, quien acompañó el proceso, enfatiza el valor de integrar estas experiencias al proceso formativo: “Los estudiantes aprendieron a escuchar, a construir desde el diálogo, a salir de la lógica del artista solitario. Estos son aprendizajes que no siempre se logran en un taller. Aquí hubo una relación real con otros, con sus dolores, con sus espacios, con su historia”.
Para la docente, “este tipo de iniciativas encarna la misión pública de la Universidad: formar profesionales que no solo dominen su disciplina, sino que comprendan las complejidades sociales y se vinculen con ellas desde el compromiso ético y estético”.
La extensión como abordaje de la salud mental
Desde la dirección de la CPU se ha entendido la importancia de enriquecer los espacios de atención con más intervenciones, más posibilidades y mayor calidez. Esta mirada ha permitido transformar áreas tradicionalmente percibidas como frías o desordenadas —un estigma frecuente en torno a la salud mental— en lugares que invitan a ser habitados. Según comentan, estas transformaciones no le restan seriedad a las intervenciones biomédicas; por el contrario, las complementan.
La intervención mural forma parte del plan de extensión que actualmente impulsa la dirección de la Clínica Psiquiátrica Universitaria. Esta línea de trabajo ha articulado también colaboraciones con la Escuela de Kinesiología, así como con la Dirección de Salud Estudiantil, a través de la pasantía clínica de los médicos en formación del programa de Psiquiatría. Desde la actual dirección se proyectan nuevas iniciativas de vinculación con distintas unidades universitarias, consolidando a la CPU como un espacio abierto a la 鶹, donde el arte, la docencia y la salud mental se entrecruzan en beneficio del bienestar colectivo.